domingo, 1 de diciembre de 2013

God will give me Justice.

De profundis
Óscar Wilde

De profundis no es un libro muy conocido de Óscar Wilde, y es que ni siquiera es exactamente un libro, sino una epístola tristemente escrita desde la cárcel de Reading durante su estancia en ella a la persona culpable de ella. Lacrimoso y espiritual como ningún otro escrito, es una obra de obligada lectura para todo el mundo que quiera considerarse maduro y que no quiera ser profano en lo que a sensibilidad, amor y sufrimiento se refiere. Wilde no sólo tuvo que verse en una celda, sino que se arruinaron su obra, su vida familiar y su reputación, convirtiéndose en el blanco de muchas burlas y escarnios públicos como el que ahora se expone.

En mi tragedia todo ha sido feo, bajo, repugnante, sin carácter: hasta nuestro uniforme nos hace aparecer grotescos. Somos los bufones del dolor. Somos unos payasos con el corazón destrozado. Y gozamos de la facultad de mover los músculos de la risa.
   El trece de noviembre de mil ochocientos noventa y cinco, me trajeron aquí desde Londres. Aquel día hube de estar desde las dos y media hasta las tres de la tarde, con traje de presidiario y esposado, expuesto a las miradas del público en el andén central de la estación de Clapham Jounction. Me habían sacado de la enfermería sin prepararme para ello, ni siquiera un minuto más. Yo era el más grotesco de cuantos depravados pudiesen existir, y, al verme, la gente se reía. Cada nuevo tren que llegaba aumentaba el número de los curiosos y se divertían de un modo indescriptible. Claro es que esto antes de saber quién era yo. En cuanto lo supieron, se rieron con mucha más gana todavía. Media hora larga permanecí yo allí, bajo la lluvia gris de noviembre, entre las burlas del populacho.

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