miércoles, 1 de octubre de 2014

De profundis clamo ad Te, Domine.

Biblia
Conjunto de Salmos atribuidos al rey David.
Salmos, libro V, Salmo 130.

Es un salmo que la iglesia lo usa en la liturgia de los difuntos. Es también uno de los salmos penitenciales. He decidido escribir sobre este poema no porque me haya marcado especialmente, sino porque gracias a él he logrado comprender el título del libro de Oscar Wilde que narra su penosa estancia en la cárcel (De profundis) y en el que también narra el calvario que vivió incluso antes de pisarla y también una frase de El sexto sentido: "De profundis clamo ad Te, Domine", que se emplea en una parte del largometraje en que el personaje que la enuncia, refugiado en una iglesia, confiesa vivir aterrado cada día; su interlocutor le habla también de los tiempos oscuros de la Europa medieval, tiempos en los que miles de personas eran injustamente perseguidas y tenían la esperanza de acogerse a sagrado.

De Profundis (130 [129])

Canción de las subidas.

Desde lo más profundo
clamo a ti, Señor,
Señor, escucha mi clamor,
estén tus oídos atentos al grito de mi súplica.
Si tienes en cuenta nuestros delitos,
¿quién podrá resistir, Señor?
Pero en ti encontramos el perdón,
por eso eres temido.
Yo espero con toda el alma en el Señor,
confío en su palabra;
estoy pendiente del Señor
más que de los centinelas de la aurora.
Israel está pendiente del Señor
más que de los centinelas de la aurora;
porque en el Señor está el amor
y la liberación total:
él redimirá a Israel
de todos sus delitos.















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